miércoles, 21 de agosto de 2013

¿CUÁL ES EL AÑO JUDÍO ACTUAL?

¿CUÁL ES EL AÑO JUDÍO ACTUAL? El año corriente en el calendario judío es 57xx. En el libro, Gates of the Seasons [Puertas de las Estaciones] por la Conferencia Central de los Rabinos Americanos en un artículo escrito por Alexander Guttmann en las páginas 7-10, explica el origen y entendimiento del año judío corriente. "El propósito principal del calendario judío es, y siempre lo ha sido, establecer las fechas de las fiestas. Nuestro calendario actual tiene sus raíces en la Torá, pero ha sido modificado por las autoridades religiosas judías a lo largo de las edades. Las reglas principales fueron establecidas por los Sabios y Rabinos de la antigüedad y fueron complementadas por los eruditos de la Edad Media. En los tiempos Talmúdicos la regulación del calendario era derecho exclusivo del liderazgo judío en la Tierra de Israel, y en particular del Nasí (Patriarca). Desde ese tiempo, dicha regulación ha sido considerada como una tarea de crucial importancia para la observancia del Judaísmo…" En el Judaísmo, los meses hebreos son lunares (p.ej. todos los meses comienzan con el "nacimiento" de la luna nueva). Sin embargo, en las fiestas como Pésaj y Sukot tenían que ocurrir en la estación agrícola adecuada (p.ej. según el año solar), es obvio que el calendario judío tiene que ser lunar-solar. Esto quiere decir que el año lunar (aproximadamente de 354 días) y el año solar (aproximadamente de 365) tenían que ser armonizados y ajustados el uno al otro, un proceso complejo que fue refinado meticulosamente por los Rabinos antiguos y de la Edad Media. El día judío tiene veinticuatro horas y comienza en el anochecer. La duración del mes lunar está calculada tradicionalmente en 29 días, 12 horas, y 793 partes de una hora (dividida entre 1.080 partes). Este es el lapso de tiempo entre una luna nueva y la siguiente. Como quiera que es poco práctico empezar un nuevo mes en distintas horas del día, los Sabios de la antigüedad ordenaron que la duración del mes debería ser alternativa entre 29 y 30 días. Puesto que el mes lunar, algo más largo de 29 días y 12 horas, el resto se usa haciendo que los meses de Jeshván y Kislev sean flexibles, p. ej. los dos pueden tener 29 o 30 días La introducción de un calendario judío permanente se hizo necesario urgentemente después de que los judíos comenzaran a ser esparcidos por todo el mundo. Al ser dispersados por el mundo, los contactos regulares con el liderazgo en la Tierra de Israel, que tenía el único privilegio de regular el calendario, se hicieron más y más difíciles. El paso más importante en este proceso de la reforma del calendario permanente fue la adopción en el siglo VIII de nuestra Era Común, de "intercalar" un ciclo de diecinueve años (p. ej. la armonización de los calendarios solar y lunar). La adopción de este ciclo, hizo la observación física actual de la nueva luna y las señales de acercarse a la primavera, innecesarios. Este ciclo de diecinueve años al año solar, insertándole años bisiestos (p.ej. el mes de 30 días adicional de Adar) en el orden siguiente: cada tres, seis, ocho, once, catorce, diecisiete y diecinueve años. En la Biblia los meses son designados principalmente por medio de números ordinales. Sin embargo, hay referencias tanto a nombres antiguos como Ziv, Etanim, y Aviv y algunos de los nombres más usuales ahora de Kislev, Tevet, Adar, Nisán, Sivan y Elul, que son de origen babilonio. Pero, es solamente desde el primer siglo que el calendario hebreo ha empleado los nombres actuales de Nisán, Iyar, Siván, Tamuz, Av, Elul, Tishrí, Jesván, Kislev, Tevet, Shvat, y Adar. La tradición judía de contar los años desde la creación del mundo tiene sus raíces en los tempranos tiempos Talmúdicos, pero no se adoptaron con autoridad hasta unos siglos más tarde. En los tiempos bíblicos, se hacían referencia a las fechas como siendo "dos años antes del terremoto," el año de la muerte del rey Uzías, etc. En los tiempos Talmúdicos, encontramos momentos de dar la fecha desde la creación, pero esto fue adoptado como el método judío, solamente mucho más tarde, como una respuesta a la fecha cristiana. Fue en el siglo octavo que los cristianos comenzaron a fechar sus documentos generalmente como AD (Anno Domini, el año del Señor), y así es apenas una coincidencia que en los siglos octavo y noveno encontramos más y más documentos judíos fechados "desde la creación del mundo" (algunas veces referido como AM, Anno Mundi, el año del mundo). Obviamente, calculando las fechas basadas sobre los principios teológicos cristianos, que no eran aceptables para los judíos; no obstante, no fue hasta el siglo doce que la fecha "desde la creación mundo" fue aceptada por los judíos universalmente. Una minoría solamente de judíos hoy en día, aceptarían la fecha tradicional judía considerándola como siendo literalmente "desde la creación del mundo" … los textos judíos usan con frecuencia designaciones como AEC (Antes de la Era Común, o Era Cristiana) o EC, para evitar cualquier fecha relacionada al gentiles. Para determinar el año judío de un año civil determinado, se añade la cifra 3760; a la inversa, con el fin de encontrar el año civil de un año judío determinado, se resta 3760. Como quiera que el año judío cambia con Rosh HaShaná, la cifra con la que se trabaja desde Rosh HaShaná hasta el 31 de diciembre, es 3761. El cambio mayor que hicieron los Rabinos en el calendario festivo fue añadir un día a todas las fiestas ordenadas en la Torá, excepto en Yom Kipur. Esto se hizo en los tiempos tempranos del período Talmúdico. (p. ej. en el primer siglo). Circunstancias apremiantes de ese momento les forzó a los Rabinos a hacer este cambio. No era solamente la confirmación y santificación de la luna nueva – y por lo tanto el nuevo mes – la obligación de las autoridades palestinas, sino que era de ellos también, la tarea de comunicar las fechas de la luna nueva a cada comunidad judía. Esto era una tarea de vital importancia, ya que la luna nueva determina las fechas de las fiestas. En tiempos anteriores, la nueva luna (p. ej. el primero del mes) era comunicada a todos los judíos de Palestina y de la Diáspora, encendiendo teas sobre las cumbres. Sin embargo, los samaritanos después encendían teas fuera de tiempo para confundir a los judíos, las noticias de la Nueva Luna tenían que ser comunicadas por los mensajeros. El cambio fue introducido por Judah Hanasi (c. 135-200 EC) Como quiera que era frecuente que los mensajeros no llegaran a tiempo a los lugares de destino fuera de Palestina, por causa de los peligros de la carretera, de la guerra, o de convulsiones políticas, se añadió un segundo día a las fiestas para los judíos en la Diáspora. Esto aseguraba que uno de los dos días en los que se celebraban las fiestas, era ciertamente el día santo adecuado. En Palestina, el incremento de estos "segundos días" a las fiestas no era necesario porque las noticias de cuando se observaba la luna nueva, proclamadas en Palestina, alcanzaban todos los lugares de esa tierra a tiempo, p. ej. anterior a las fechas de las fiestas. La excepción era Rosh HaShaná, que cae en el primer día del mes de Tishrí, el comunicar anticipadamente sobre esta Luna Nueva, aun en Palestina era imposible. Durante el período Talmúdico se adoptó un calendario determinado estable y científico, y así la necesidad imperiosa de los "segundos días" desapareció. Pero las autoridades palestinas no abolieron estos días extras de observancia para los judíos en la Diáspora (ni el segundo día de Rosh HaShaná para los judíos palestinos) por causa de principio rabínico de que "no podemos cambiar la costumbre de [nuestros] antepasados." Por causa de que los cristianos (casa de Israel) empezaron más y más a fechar sus documentos alrededor del siglo octavo como AD (Anno Domini, el año de nuestro Señor), y porque no fue hasta el siglo doce, que la manera actual de fechar el tiempo por los judíos, fuera aceptada por los judíos (casa de Judá) universalmente, se puede concluir que el calendario moderno judío no es literalmente "desde la creación del mundo." Cuando el pueblo judío (casa de Judá), volvió a calcular el tiempo "desde el principio de la creación del mundo", no calcularon todos los años en que fueron tomados cautivos en Babilonia (El Judaísmo en el primer Siglo de la Era Cristiana) Volumen I, Capítulo 1 por George Foote Moore. No obstante, , el Di-s de Israel no ordenó que fueran 6.000 años de tiempo desde la creación de Adán al principio de la Edad Mesiánica (Atid Lavó). Por lo tanto, solamente el Di-s de Israel sabe con seguridad lo cercano que estamos a la conclusión de los 6.000 años de tiempo y el principio de la Edad Mesiánica (Atid Lavó).  LOS 6.000 AÑOS DE LA PRESENTE EDAD EN GÉNESIS 1:1 En una serie de grabaciones de sonido, America's Biblical Blueprint [El Proyecto Bíblico para América] por el Rabí Judío Ortodoxo Daniel Lapin, Volume 1, explica la alusión de los 6.000 años de los 7.000 años del plan del Di-s de Israel en Génesis (Bereshit) 1:1 examinando el texto del versículo en hebreo. En inglés, Génesis (Bereshit) 1:1 dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." En hebreo, Génesis (Bereshit) 1:1 dice: "Bereshit b'rá elohim et hashamayim v'et ha'erets." Como el Rabí judío ortodoxo Daniel Lapin explica en la serie de grabaciones, en Génesis (Bereshit) 1:1, la primera letra del alfabeto hebreo, alef, aparece 6 veces en una secuencia muy improbable. La letra hebrea, Alef, es la tercera letra de las dos primeras palabras hebreas, bereshit y b'rá. La letra hebrea, Alef, es la primera letra en las dos palabras siguientes hebreas elohim y et. La letra hebrea, Alef, es la segunda letra en las dos últimas palabras hebreas, v'et y ha'erets.  LA SABIDURÍA DE GUARDAR LA TORÁ Y EL HEBREO ALEF En el pensamiento tradicional judío (casa de Judá), la letra hebrea, Alef, representa la sabiduría. En la Biblia, la sabiduría está asociada y unida con guardar la Torá del Di-s de Israel. En Deuteronomio (Devarim) 4:1, 5-8, está escrito: "Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que YHVH el Dios de vuestros padres os da… Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como YHVH mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está YHVH nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? ¿Y qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley [TORÁ], que yo pongo hoy delante de vosotros? Así pues, en esta Escritura, el guardar la Torá del Di-s de Israel está asociado con la sabiduría y el entendimiento. En el pensamiento tradicional judío, la letra hebrea, Alef, está asociada también con la sabiduría. Por lo tanto, es lógico concluir que el Di-s de Israel elegiría la letra hebrea, Alef, en Génesis (Bereshit) 1:1, para representar la sabiduría de guardar Su Torá durante los primeros 6.000 años de tiempo conocido como el Olam Hazé (el mundo/edad presente). ¿Cómo es que Alef (que representa a la sabiduría) y la sabiduría de guardar la Torá del Di-s de Israel están unidas a la alusión de 6.000 años de tiempo en Génesis 1:1? Según el Rabino judío ortodoxo Daniel Lapin explica en su serie de grabaciones, en Génesis (Bereshit) 1:1, la letra hebrea, Alef, aparece seis veces en una secuencia muy improbable. La letra hebrea, Alef, es la tercera letra en las dos primeros palabras hebreas, Bereshit, y B'rá. Estas dos primeros apariciones de la letra hebrea, Alef, como la tercera letra en cada una de las dos primeras palabras hebreas, Bereshit y B'rá representa los primeros 2.000 años del tiempo conocido como Tóhu cuando apenas había el menor conocimiento de la Torá/Palabra del Di-s de Israel entre la gente de la tierra. La letra hebrea, Alef, es la primera letra en las dos próximas palabras hebreas, Elohim y Et representa los 2.000 años de tiempo siguientes conocido como la Torá, cuando el conocimiento y el entendimiento de la Torá/Palabra del Di-s de Israel llegarían a lo sumo, dentro de los primeros 6.000 años de tiempo. La palabra hebrea, Alef, es la segunda letra de las dos últimas palabras hebreas en Génesis (Bereshit) 1:1, v'et y ha'erets. Estas dos últimas apariciones en cada una de las dos palabras siguientes hebreas, v'et y ha'erets representa los 2.000 años últimos del tiempo conocido como los días del Mesías (Yemot Mashíaj) de los primeros 6.000 años. Esto significa que durante este tiempo habría un gran debate religioso/secular entre las gentes de la tierra sobre si se debía seguir la Torá/Palabra del Di-s de Israel.  ©2010-2012 Hebraic Heritage Ministries International

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