martes, 18 de agosto de 2020

El Poder de las Palabras

 


“Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”

Santiago 3:5

Debemos entender que las palabras que hablamos son MUY importantes, la Escritura nos enseña muy claramente que hay una relación estrecha entre las palabras que decimos y lo que nos sucede en la vida.

<<“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21>>

La Escritura nos dice que la lengua tiene poder, es un miembro pequeño, pero con un gran poder, con nuestras palabras podemos:

• Edificar o destruir • Sanar o herir • Bendecir o maldecir • Dar vida o matar

<<“Manantial de vida es la boca del justo. . .” Proverbios 10:11a >>

<<“Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.” Proverbios 16:24 >>

<<“La lengua apacible es árbol de vida . . .” Proverbios 15:4a >>

Las palabras que hablamos pueden traer:

• Alivio • Animo • Consuelo • Sanidad • Restauración • Bendición • Vida

<< “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.” Proverbios 12:18 >>

Hay personas que usan sus lenguas para causar dolor, heridas, desánimo, destrucción . . . por eso la Escritura afirma que “La muerte y la vida están en poder de la lengua.”.

<< “Esconderme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad, Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga, Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen.” Salmo 64:2-4 >>

Maldecir quiere decir “Hablar mal de algo o de alguien”, cuando hablamos mal de nuestro esposo o de nuestra esposa, estamos hablando maldición, cuando hablamos mal de la Asamblea, estamos hablando maldición . . . por eso, si hemos estado hablando mal, si hemos estado maldiciendo, dejemos de hacerlo y empecemos a hablar bien, hablemos bendición, hablemos vida.

Bendecir es “Hablar bien de algo o de alguien”, hemos sido bendecidos para que podamos bendecir, por tanto, hablemos bien de nuestros amigos, de nuestros esposos, de nuestras esposas, de nuestros hijos, de nuestras familias, de nuestras congregaciones, de nuestras ciudades . . .

Yahoshua demostraba el poder de la lengua.

<< Marcos 11:14 “Nunca jamás coma nadie fruto de ti.” A la mañana siguiente Pedro le dijo a Yahoshua (v. 21): “Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.” >>

Yahoshua pronunció una maldición con sus palabras, habló muerte a la higuera y la higuera se secó desde las raíces.

En otra ocasión, Yahoshua se dirigió a un hombre que llevaba muerto cuatro días y le dijo:

<< “¡Lázaro, ven fuera!” Juan 11:43 >>

Cuando Yahoshua dijo esto, Lázaro salió de la tumba, Lázaro resucitó. Yahoshua demostraba el poder de la Palabra.

<< Mateo 8:5-13 “Solamente dí la Palabra, y mi criado sanará.” >>

Aquí un centurión se acercó a Yahoshua y le dijo que su criado estaba paralítico y atormentado.

Yahoshua demostraba que las palabras que hablamos son poderosas y nosotros debemos entender y asimilar esta verdad.

<< “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.” Marcos 11:23 <>

Las palabras pueden sanar, pueden herir, pueden edificar, pueden destruir, pueden dar vida, pueden producir muerte, pueden bendecir, pueden maldecir . . . . . .Puede que estés pensando que Yahoshua pudo hacer todas estas cosas porque el era poderoso, pero la Escritura nos enseña que:

<< “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12 >>

<< “Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.” 2 Corintios 4:13b >>

No hablamos lo que sentimos, no hablamos lo que vemos, hablamos lo que creemos, veamos:

<< Joel 3:10: “. . . diga el débil: Fuerte soy.” >>

Si creemos bien, vamos a hablar bien, si creemos mal, vamos a hablar mal. Nuestras palabras revelan la fe que tenemos y no solamente la fe que tenemos, sino también lo que hay en nuestro corazón.

<< “. . . porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Lucas 6:45b >>

Lo que hay en nuestro corazón saldrá por nuestra boca. ¿Hay duda en nuestro corazón? ¿Hay incredulidad? ¿Hay temor? . . . De la abundancia del corazón habla la boca.

Por eso, es muy importante que leamos las Escrituras cada día porque “la fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra del Todopoderoso” (Ro. 10:17).

“Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.”
Romanos 10:8a

“El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.”
Proverbios 13:3

• Vigilar las palabras que hablamos acerca de los demás.

“Los labios del justo apacientan a muchos . . .”
Proverbios 10:21a

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