miércoles, 23 de septiembre de 2020

Pregunta: Puede una mujer ser pastora ?

 


Pregunta: Puede una mujer ser pastora ?

Estimado amigo Ruperto Quiñones ( Ve). Con respecto a su pregunta nos permitimos comentarle lo siguiente:

En ningún lugar de las Escrituras Sagradas se habla de mujeres Sacerdotes, Pastoras o Ancianas, pero sí de maestras y profetisas. Cuando se habla de una pastora, como en el caso de Rebeca, se refiere a pastora de ovejas, no de hombres. Si no hay en el grupo un varón creyente capacitado y bien instruido en las Escrituras, una mujer que tenga esa calificación de maestras puede enseñar en su grupo hasta que llegue a haber un varón capacitado que pueda fungir como Pastor o Cabeza del grupo. Recordemos que la función de profetiza tiene que ver con una actividad relacionada con el cántico y la danza y otras funciones como medio para transmitir un mensaje. ( Por ejemplo, Ana) . Pero nunca el caso de ser cabeza de una comunidad o grupo basado en la Torah.

No aparece en ningún texto, incluido el Pacto renovado el caso de mujeres como cabezas de grupo o Asamblea local.

El caso de Libia, nos deja ver una mujer consagrada que ofrece su casa. Pero no es definida como una líder o directora de un grupo. En el caso de que una comunidad o Asamblea quede humanamente acéfala, sin cabeza, una mujer con liderazgo, tomara el papel de “organizadora” mientras llega un varón líder señalado y experto en la Palabra. Esto no significa machismo. Significa obediencia al orden jerárquico establecido por el creador de los seres humanos y el universo.

Lo que se va a exponer a continuación, a "MUCHOS LLAMADOS" no les va a gustar. Sobre todo a algunas mujeres. Mas sin embargo, "los que tengan oídos para oír." …...

Veamos algunos temas al respecto:

1.- Leemos en Génesis 1 que Yahweh creó al hombre a Su "imagen y semejanza." Luego creó a la mujer del hombre, siendo este imagen y semejanza de Yahweh. Comprendemos claramente en el relato más detallado de Génesis 2, que a cada uno Yahweh les dió roles diferentes, otorgando al varón el papel de liderar y de cuidar de la mujer, y a la mujer el papel de ser su ayuda idónea. Esta diferenciación es percibida por el emisario Shaul en el orden en que fueron creados (primero el hombre y después la mujer, ver 1 Corintios 11:8) y en el propósito para el cual fueron creados (la mujer fue creada por causa del hombre, 1 Corintios 11:9). La igualdad de creación, por tanto, no anula la diferencia de funciones establecidas en la misma creación.

« 1 Co 11: 8 Además, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. »

« 1 Co 11: 9.   Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre. »​

2.- En la Escritura es evidente que la subordinación femenina tiene su origen desde antes de la caída, aún en el mismo momento de su creación. Es por eso que el hombre no fue hecho de la mujer, sino la mujer fue hecha del hombre. El hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre (1 Corintios 11:8,9).

Recordemos los siguientes efectos de la maldición impuestos por Yahweh después de la caída del ser humano, observando que aún continúan en vigencia:

La muerte

El sufrimiento en el trabajo

El parto multiplicado y doloroso de las mujeres.

Los roles diferenciados del hombre y de la mujer fueron determinados en la creación, desde antes de la caída, y observamos que continúan siendo válidos en la actualidad.​

Lo que enseña y hace la genuina Asamblea es tomar como ejemplo esta relación de sumisión---que está aun vigente en la relación entre el hombre y la mujer---para que la misma sea implantada en amor y edificación mutuo, y refleje la perfecta relación que existe entre el Mashiaj y Su "Esposa" la Asamblea.

3.- ​Hay abundantes pruebas en la Escritura de que las mujeres desempeñaron papeles cruciales, ocupando funciones destacadas y siendo instrumentos de bendición para el pueblo de Yahweh. Estas pruebas demuestran la tremenda importancia del ministerio femenino, mas nó la existencia de un supuesto ministerio femenino de autoridad ordenado o establecido como mandato. En la Torah ninguna mujer fue apóstola, pastora, presbítera o evangelista. Nuestro Amo y Salvador Yahoshua no reclutó a ninguna mujer para ser apóstola ( emisario= Persona que lleva un mensaje = emisario)

Notas: Usamos expresiones acorde generalmente a las personas que pertenecen a las denominaciones, las cuales suelen discutir este tema. Este tema ni en el judaísmo, ni en el judaísmo mesiánico, ni las comunidades israelitas, nazarenas y otras, es tomado en cuenta siquiera, como tema de discusión. Aunque algunas versiones muy modernas de estos grupos, están considerando al igual que las denominaciones, este tema.

Los requisitos para ser pastor---mencionados en 1 Timoteo 3 y en Tito 1---dejan muy claro que el pastoreo era una función ejercida exclusivamente por los varones. Y sus respectivas esposas---en el caso de los lideres que sean casados---los pueden acompañar y asistir. Pero el hecho de que en la temprana Asamblea del 1er siglo muchas mujeres fueran extremadamente activas y celosas, y ejercieran muchas y diferentes actividades y servicios a favor de los hermanos y lideres , no trae como corolario que ellas hayan sido, o tengan que ser, ordenadas para servicios como directoras, lideres o cabezas de grupo.

En la Torah aparecen mujeres como Hulda, Débora, Priscila y Febe que ejercían como líderes y ejercían autoridad. ¿Puede ser esto prueba escritural suficiente para la ordenación de mujeres como cabezas de grupo?

El hecho de que la Torah describa cómo Yahweh usó a determinadas personas en épocas específicas para propósitos especiales, no hace de ello una ordenanza o un mandamiento.

Recordemos la importante distinción entre lo funcional y lo normativo en la Escritura. Sin duda alguna, Yahweh usó al falso profeta Balaam (Número 22:35) y hasta a una burra para transmitir Su Palabra en determinado momento histórico (Números 22:28; 2 Pedro 2:16), pero estas raras excepciones no nos autorizan a implantar en la Asamblea esas cosas como sana doctrina. El desobediente rey Saúl también profetizó en varias ocasiones (1 Sam. 10:10; 19:23), al igual que los mensajeros enviados a Samuel (1 Sam. 19:20,21).

¡La descripción de estos casos para nada establece una norma a ser seguida por las Asambleas en la ordenación de sus oficiales! El hecho de que Yahweh transmitió Su mensaje a través de una mujer o de una burra, o de un hereje, no hace de ninguno de ellos un oficial en la Asamblea.

Hay otros requisitos en los Libros del Pacto Renovado para los puestos oficiales conforme a lo que leemos en las especificaciones explícitas de 1 Timoteo 3 y Tito 1.

Otro punto importante es que los profetas del antiguo Israel no recibían un oficio mediante la unción e imposición de manos para ejercer con autoridad un puesto oficial y reconocido por todos los del pueblo santo. Los reyes y sacerdotes, por el contrario, eran ‘ordenados’ para aquellas funciones, y las ejercían con autoridad y con el reconocimiento del pueblo. Por eso en la Torah no existe tal cosa como "sacerdotizas ‘ordenadas’" en Israel, por lo menos en las épocas cuando prevalecía la adoración verdadera. En nuestros dias estas practicas, de “ordenar” mujeres en puestos de liderazgo, puede verse en algunas comunidades, exoticamente sorprendentes.

Tomemos los ejemplos mas mal-utilizados y veamos las cosas a la luz de la Torah y a través de los ojos de Yahweh:

  • Hulda fue una profetisa en Israel, recibiendo consultas en su casa (2 Reyes 22:13-15).

  • Déborah, quien fue juez en Israel en una época en que no había rey en Israel, y en todo ese tiempo tampoco funcionaba el sacerdocio levítico –-- y por eso la Palabra es clara y contundente diciendo varias veces que "en aquellos tiempos, como no había rey, todos hacían lo que bien les parecía a sus propios ojos." El ministerio de Déborah no fue otra cosa que una vergonzosa denuncia de lo débil y de la falta de valor de los hombres de su época (Jueces 4:4-9; compare con Isaias 3:12).

  • Priscila. Su liderazgo parece evidente, sin embargo, es bastante menos evidente que ella fuera pastora o presbítera.

  • Febe. Veremos sobre ella más adelante.

Podría parecer a algunos supuestos maestros y maestras que el patriarcado, conforme a lo que encontramos en la Escritura, especialmente el Tanakj (mal llamado "Tanak ( A.T.) "), es una institución nociva y perversa, que denigra y humilla a la mujer.

Veamos:

El patriarcado, tal como lo encontramos en la Sagrada Escritura, y especialmente en los libros del Tanakj o "Tanak ( A.T.) ," no es simplemente una afirmación de la masculinidad como algunos quieren hacer ver, ¡no es jamás sinónimo de dominio del macho o de un sistema de valores en el cual el hombre trata a la mujer con desprecio, desvalorándola y super-valorándose a sí mismo! ​

El patriarcado es el sistema en el cual los padres cuidan de sus familias. Por tanto, la imagen del padre en el Antiguo Pacto no es primeramente de aquél que ejerce autoridad y poder, sino de aquel que ejerce amor adoptivo, mediante lazos de bondad, de servicio y de compasión. Solamente en las Escrituras hebreas podemos encontrar a un Elojim Padre Todopoderoso y Todo-amoroso y Todo-bondadoso. Los patriarcas reflejan la paternidad de Yahweh, aunque muy pobremente en algunos casos.

El Elojim de los hebreos Yahweh, no es como los elojim (baales) irresponsables masculinos de las culturas paganas alrededor de Israel, porque Él jamás abandona a Sus hijos que engendra, al contrario, El los cuida, y los patriarcas siguen el ejemplo de Yahweh.

www.regresandoalasraices.org

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