viernes, 8 de abril de 2022

04-10 - PREGUNTA - Cuál es mi propósito en esta vida?

 

Por: José Luis González


Seguro se han preguntado alguna vez… ¿Por qué y para qué estoy aquí? ¿Cuál es mi propósito en esta vida?



Las Sagradas Escrituras son muy claras respecto del propósito que Elohim tiene con cada uno de nosotros, que por supuesto es servir a Yahwéh.


Hermanos, es mediante el servicio al Creador que podemos conocerlo y para conocer su voluntad debemos acercarnos a Él.


Porque el propósito de Elohim en nuestras vidas es que vivamos plenamente en armonía con Yahwéh, con nuestros semejantes y con todo lo que nos rodea.


Leamos la carta de Shaúl a la asamblea en Roma y dice así:


“Sabemos que Yahwéh hace que todas las cosas contribuyan al bien a los que lo aman, de los llamados conforme a su propósito…” [1]


Queridos hermanos cuanto más conocemos a Yahwéh, más lo amamos y entendemos sus planes.


Todos tenemos propósitos únicos diseñados por Elohim desde antes de que naciéramos, así dijo el rey David:


“Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro”. [2]


Imagina por un momento que Yahwéh Elohim, como un perfecto artista, hubiese bosquejado y diseñado por adelantado sus planes para ti.


Hermano, ¡Yahwéh está pintando el cuadro de tu vida, y te puedo asegurar que el resultado final será magnífico!


Al profeta Jeremías le fue revelado el resultado:


“Porque Yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, declara Yahwéh, planes para su bienestar y no para desastre, para darles un futuro esperanzador.”[3]


Todos Somos Parte De Un Propósito


Creo firmemente en que los seres humanos fuimos creados con un propósito divino, que es individual y a la vez colectivo, es decir, todos con el mismo objetivo y a su vez con el estilo de cada persona, para realizar la obra de que las personas conozcan a Yahwéh, su plan de salvación, y reconozcan a su hijo Yahoshúa a quien envió.


Por lo cual, el propósito de Elohim en nuestra vida siempre tiene dos ingredientes, el de servir y glorificar a Yahwéh y el de añadir valor al prójimo.


Hermanos el corazón de los seres humanos, busca y anhela llevar acabo el propósito que diseñó para cada uno de nosotros.


Pero, las distracciones de la vida que afectan a las emociones y la parte física de nuestro ser que tiende a lo pecaminoso, lo impiden y entonces las personas quedan estancadas lejos de conseguir su propósito.


Al mismo tiempo, estoy convencido de que las personas que lo logran, es por dos razones:


Una, ponen a Yahwéh Elohim en primer lugar en su vida y dos, hacen de ese propósito, su sueño.


También pienso que las razones principales por las cuales las personas se distraen del propósito divino y no logran cumplirlo es porque:


– La mayoría no saben que su vida tiene un propósito.


– Otros no saben cómo llevarlo a cabo


¿Cómo Podemos Llevar A Cabo Nuestro Propósito?

Primero, debemos hacer del propósito de Yahwéh Elohim, nuestro objetivo.


Esto es lo que llamo “Comprar la perla de gran precio”.


En Mateo 13 nos muestra Yahoshúa una parábola que dice así…


“También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, y habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.”


Vamos a ponernos unos segundos en los zapatos del mercader de la parábola, su sueño era encontrar una perla de gran valor, todo el día estaba buscando esa perla, se levantaba pensando en la perla y se dormía soñando con ella, una vez que la encontró, la halló preciosa, fue, vendió “todo lo que tenía” y la compró.


Esto quiere decir que tomó acción. Así debemos de ser nosotros, buscar el propósito de Elohim en nuestras vidas, encontrarlo, comprarlo en nuestro corazón y llevarlo a cabo.


En conclusión, quiere decir que con nuestros actos diarios debemos servir a Yahwéh Elohim, haciendo su voluntad, obedeciendo sus mandamientos, viviendo cada día como vivió Yahoshúa nuestro Mashíaj.


¿Nosotros queremos ser discípulos del maestro de Nazaret verdad? pues debemos aspirar a ser igual que él, que cuando nos miren vean al Mashíaj y podamos decir como dijo Shaúl de Tarso: “Ya no vivo yo sino Yahoshúa que vive en mi”.


El Ejemplo De Yahoshúa

Pero para que esto sea una realidad en nuestras vidas debemos saber quién es realmente el Mashíaj, no solo la figura histórica sino conocer con verdadera emunáh que Yahwéh Elohim lo levantó de los muertos y lo hizo Amo y Mashíaj, o sea que todos los pueblos lo deben servir como Rey.[4]


Así que los invito a repasar su vida…


Primero fue un nacimiento milagroso, había un propósito en su vida desde el vientre de su madre.


Cuando era niño mostraba interés en aprender de la Toráh y se iba al templo a escuchar a los cohanim y así lo recoge Lucas donde dice que “Yahoshúa crecía y se fortalecía en sabiduría”[5]


Saben hermanos, ya entonces Yahoshúa sabía que tenía un propósito y la Toráh le ayudaba a comprenderlo, de ahí la respuesta que dio a sus padres al salir del templo: “En los asuntos de mi Padre, me es necesario estar”.


Después de esto y antes de ser ungido, Yahoshúa tenía que pasar por el proceso del desarrollo del aprendizaje, tenía que ir madurando hasta estar completamente listo para ser probado en todo, ser hallado apto y emprender su misión con la presencia divina.


Venciendo Las Distracciones

Hermanos, saben, la diferencia está en las distracciones.


Me explico, el caos y el desorden que reina en el mundo pueden distraer nuestra atención de lo importante, y perder el enfoque que nos lleve a completar el objetivo.


Porque SÍ, Yahoshúa fue probado en todo, como el Adam.


Y venció porque sabía cuál era su misión y estaba decidido a esforzarse al máximo por llevarla a acabo.


Vemos que Yahoshúa tenía una relación con Yahwéh Elohim de cercanía y de sumisión a la voluntad del Creador; que todo lo demás, fuera lo que fuera, carecía de sentido. Esa tiene que ser nuestra aspiración en la vida diaria, imitar su vida con nuestros actos.


Es en este momento cuando Yahoshúa va al encuentro de Yojanán al Yarden para ser sumergido.


Después del ungimiento y de ver como Yahwéh Elohim se complace con los actos del Mashíaj, realiza un ministerio corto pero intenso.


Donde sus obras hablan por sí solas, hasta que llega el momento en que entrega su vida, cargando con un enorme peso, que no es suyo, para rescate nuestro.


Porque Yahoshúa era el ser humano que desde antes de la fundación del mundo había sido apartado para resolver el problema de la caída del Adam.

Así fue, acató al pie de la letra la voluntad de Yahwéh Elohim, cumplió su propósito sin cuestionar, con la confianza plena que un hijo tiene en su padre.


No debemos ignorar hermanos, que todas las personas registradas en las Sagradas Escrituras están para que obtengamos una enseñanza para nuestras vidas; y es ahora, en estos tiempos próximos a recibir la corona, cuando más debemos esforzarnos para seguir avanzando hasta llegar a la meta que es Yahoshúa.


Me gustaría elevar una oración, para Ti, para Mí:


“Padre, hoy quiero recibir tu voluntad en mi vida. Hoy rindo mi voluntad a tu propósito, enséñame la manera correcta de vivir según tus planes.


Úngeme con tu poder, con tu rúaj haqódesh, porque estoy decidido a someter mi mala inclinación y se cuánto necesito de Ti para lograrlo. Abre mis ojos para comprender las maravillas de tu Toráh y crecer espiritualmente hasta llegar a la estatura del varón perfecto, tu hijo Yahoshúa, amén.


[1] Rom.8:28


[2] Sal.139:16


[3] Jer.29:11


[4] Hc.2:32


[5] Lc.2:52



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