PREGUNTA - QUE ENSEÑO EL MESÍAS DE SI MISMO?

 

06-21-2- PYR- PREGUNTA - QUE ENSEÑO EL MESÍAS DE SI MISMO?

Respetado amigo Gonzalo Quezada (Ec). Con respecto a su pregunta nos permitimos comentarle lo siguiente:

Uno de los pasajes más fascinantes de las Escrituras en el Pacto Renovado (N.T.) es la descripción de la aparición después de la resurrección a los dos discípulos en el camino a Emaús. En ese viaje, nuestro Maestro habló estas palabras a aquellos dos hombres:

« Lucas 24:25-27 “Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Mesías padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. »

« Lucas 24:44-48 “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Mesías padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas”.»

Primero, se nos dice que los sufrimientos de Yahoshua y Su gloria son temas que reiteradamente están presentes en el Tanak (A.T.) y que están señalados por Kefa (Pedro) en otros pasajes.

« 1ª Kefa (Pedro) 1:10-1210. Acerca de esta salvación han inquirido e investigado diligentemente los profetas que profetizaron de la gracia que fue destinada para ustedes.

11. Ellos escudriñaban para ver qué persona y qué tiempo indicaba el espíritu del Mashíaj que estaba en ellos, quien predijo las aflicciones que habían de venirle al Mashíaj y las glorias después dellas.12. A ellos se les reveló que, no para sí mismos sino para ustedes, administraban las cosas que ahora les han anunciado los que les han predicado la Buena Noticia por el espíritu de santidad enviado del cielo; cosas que hasta los mensajeros anhelan contemplar. ».

Segundo, se nos dice que Yahoshua enseñó a Sus discípulos acerca de Su sufrimiento y de Su gloria, desde el principio de la Escritura hasta los hechos de Su muerte, sepultura y resurrección.

Tercero, observe que lo que Yahoshua enseñó a los discípulos es, en esencia, el Mensaje de las Buenas Nuevas. La base del “arrepentimiento para el perdón de pecados”, que debía ser proclamada (al igual que el Mensaje de las Buenas Nuevas ) “a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” es el sufrimiento, muerte y resurrección de nuestro Mesías.

Es importante que usted sepa la verdad sobre Yahoshua . ¿Por qué? Porque la Escritura Sagrada dice:

< Yohanan 17:3 “Esto significa vida eterna: que lleguen a conocerte a ti, el único el Todopoderoso verdadero, y a quien tú enviaste, Yahoshua el Mesías ”>

Si aprende la verdad sobre El Todopoderoso y Yahoshua , podrá vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra (Yohanan 14:6). Además, conocer a Yahoshua puede ayudarlo ahora, porque él es el mejor ejemplo de cómo vivir y de cómo tratar a los demás (Yohanan 13:34, 35). En el capítulo 1 aprendimos la verdad sobre el Todopoderoso . En este capítulo aprenderemos lo que enseña la Escritura Sagrada sobre Yahoshua .

Mucho tiempo antes de que Yahoshua naciera, El Todopoderoso prometió en la Escritura Sagrada que enviaría al Mesías. La palabra Mesías viene del hebreo. Se refieren a la persona que el Todopoderoso escogería para encargar le una misión importante. En el futuro, el Mesías hará que se cumplan todas las promesas del Todopoderoso .

Los discípulos de Yahoshua estaban seguros de que él era el Mesías prometido (Yohanan 1:41). Veamos:

< (Pedro) “Tú eres el Mesías ” (Mateo 16:16). >

Muchos años antes de que naciera Yahoshua, los profetas del Todopoderoso dieron muchos detalles que ayudarían a las personas a reconocer al Mesías. ¿Cómo las ayudaría eso? El Todopoderoso usó a sus profetas para decirnos lo que haría el Mesías y lo que le ocurriría. Al ver cómo se cumplieron todas esas profecías, se encuentran suficientes razones para reconocer que Yahoshua es el Mesías.

Veamos dos de esas profecías. La primera se escribió unos 700 años antes de que naciera Yahoshua . El profeta Miqueas predijo que el Mesías nacería en una pequeña ciudad llamada Belén (Miqueas 5:2). Y Yahoshua nació justo allí (Mateo 2:1, 3-9). La segunda la escribió el profeta Daniel. Él profetizó que el Mesías aparecería en el año 29 (Daniel 9:25). Y eso también se cumplió. Estas son solo dos de las muchas profecías que nos ayudan a identificar a Yahoshua como el Mesías prometido.

El Todopoderoso dejó muy claro que Yahoshua es el Mesías. El Todopoderoso le prometió a Yohanan el Inmersor que le daría una señal para que pudiera reconocer al Mesías. En el año 29, Yahoshua fue al río Jordán para que Yohanan lo sumergiera. Entonces Yohanan vio la señal. La Escritura Sagrada explica lo que pasó:

< Mateo 3:16, 17 “En cuanto Yahoshua fue bautizado, salió del agua, y en aquel momento los cielos se abrieron y él vio el espíritu del Todopoderoso bajando como una paloma y viniendo sobre Yahoshua . Y entonces una voz dijo desde los cielos: ‘Este es mi Hijo amado; él tiene mi aprobación’”>.

Lo que Yohanan vio y oyó lo convenció de que Yahoshua era el Mesías (Yohanan 1:32-34). Aquel día, El Todopoderoso derramó su espíritu de Santidad sobre Yahoshua . En ese momento, Yahoshua se convirtió en el Mesías, el Ungido. Él fue la persona que el Todopoderoso había elegido para ser Rey y Líder (Salmo 2:6; Isaías 55:4).

Las profecías y las obras que El Todopoderoso hizo y dijo durante la inmersión de su Hijo demuestran que Yahoshua es el Mesías. Pero ¿de dónde vino Yahoshua ?

La Escritura Sagrada enseña que Yahoshua vivió en el cielo durante mucho tiempo antes de venir a la Tierra. Por ejemplo, el profeta Miqueas dijo que el Mesías sería una persona que ya existía desde “tiempos antiguos” (Miqueas 5:2). Y el propio Yahoshua dijo en muchas ocasiones que había vivido en el cielo antes de nacer como humano (lea Yohanan 3:13; 6:38, 62; 17:4, 5). En el cielo, Yahoshua disfrutaba de una relación especial con El Todopoderoso .

Yahoshua es “el primogénito de toda la creación”. Esto quiere decir que fue lo primero que El Todopoderoso creó (Colosenses 1:15). Yahoshua también es especial para el Todopoderoso porque es su “Hijo unigénito”. Esto significa que Yahoshua es el único que fue creado directamente por El Todopoderoso (Yohanan 3:16). Además, Yahoshua es el único a quien El Todopoderoso usó para crear todo lo demás (Colosenses 1:16). Y solo a Yahoshua se le llama “la Palabra”, porque El Todopoderoso dio instrucciones y mensajes a ángeles y a humanos por medio de él (Yohanan 1:14).

Hay quienes creen que el Todopoderoso y Yahoshua son la misma persona, pero esto no es lo que dice la Escritura Sagrada . La Escritura Sagrada enseña que Yahoshua fue creado, lo que significa que antes no existía. Pero El Todopoderoso siempre ha existido. De hecho, él creó todas las cosas (Salmo 90:2). La Escritura Sagrada dice con claridad que el Padre es mayor que el Hijo. Además, Yahoshua nunca trató de ser igual a su Padre (lea Yohanan 14:28; 1 Corintios 11:3). Y solo El Todopoderoso es el “el Todopoderoso” (Génesis 17:1). Él es la persona más importante y poderosa que existe.

Antes de la creación de los cielos y la Tierra, El Todopoderoso y Yahoshua trabajaron juntos durante miles de millones de años. Después de pasar tanto tiempo juntos, seguro que se tenían un cariño especial (Yohanan 3:35; 14:31). La Escritura Sagrada llama a Yahoshua “la imagen del Todopoderoso invisible”. ¿Por qué? Por lo bien que imitó las cualidades de su Padre (Colosenses 1:15).

Yahoshua estuvo dispuesto a dejar el cielo y venir a la Tierra. Pero ¿cómo fue posible que naciera como humano? El Todopoderoso hizo un milagro en el vientre de una joven judía llamada Myriam. Ella tuvo un hijo perfecto, a quien llamó Yahoshua (Lucas 1:30-35). Y debía ser del linaje, simiente de David para que tuviera derecho a este trono. Por tanto fue hijo natural, genético de Jose. Pero engendrado por el Espíritu de Santidad sin intervención directa de Jose. Eso a la luz de la ciencia actual es totalmente rutinario.

Yahoshua dijo: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Yohanan 14:9). Puesto que Yahoshua es la viva imagen de su Padre, usted conocerá mejor a El Todopoderoso aprendiendo sobre Yahoshua. Puede conocer mejor la vida y personalidad de Yahoshua leyendo los cuatro libros de la Escritura Sagrada conocidos como los Escritos nazarenos: Mateo, Marcos, Lucas y Yohanan .

Muchas personas llamaban “Maestro” a Yahoshua (Yohanan 1:38; 13:13). Entre las cosas más importantes que Yahoshua enseñó estaban “las buenas noticias del Reino”. ¿De qué Reino? Del Reino del Todopoderoso , que gobernará la Tierra desde el cielo y traerá bendiciones a las personas que obedecen al Todopoderoso (Mateo 4:23). ¿De quién aprendió Yahoshua lo que enseñaba? Todo lo aprendió del Todopoderoso . Veamos:

< Yohanan 7:16 : “Lo que yo enseño no es mío, sino del que me envió”.

Yahoshua sabía que el Todopoderoso quiere que la gente oiga la buena noticia de que el Reino del Todopoderoso gobernará la Tierra.

Yahoshua enseñaba en el campo, en las ciudades, en los pueblos, en los mercados, en el templo y las sinagogas, y en las casas de la gente. No esperaba que las personas fueran a él, sino que él iba a buscarlas (Marcos 6:56; Lucas 19:5, 6). Yahoshua dedicó mucho tiempo y esfuerzo a enseñar. ¿Por qué? Lo hizo porque sabía que eso era lo que el Todopoderoso quería, y él siempre obedecía a su Padre (Yohanan 8:28, 29). También enseñaba porque se compadecía de la gente (lea Mateo 9:35, 36). Vio que los líderes religiosos no enseñaban la verdad sobre el Todopoderoso y su Reino. Así que él quería hablar de las buenas noticias del Reino con todos los que pudiera.

Yahoshua amaba a las personas y se preocupaba por ellas. Era cariñoso, y a la gente le gustaba hablar con él. Incluso los niños estaban a gusto con él (Marcos 10:13-16). Yahoshua siempre fue justo. Odiaba la corrupción y la injusticia (Mateo 21:12, 13). Vivió en un tiempo en el que las mujeres no tenían muchos derechos y no se las trataba con respeto. Pero Yahoshua siempre trató a las mujeres con respeto y las valoraba (Yohanan 4:9, 27). Además, Yahoshua era humilde de verdad. Por ejemplo, un día les lavó los pies a sus emisarios. (Yohanan 13:2-5, 12-17).

Yahoshua sabía lo que necesitaban las personas y quería ayudarlas. Lo dejó muy claro cuando usó el poder que el Todopoderoso le dio para sanar a la gente (Mateo 14:14). Por ejemplo, un hombre que tenía lepra se acercó a Yahoshua y le dijo: “Yo sé que si tú quieres me puedes limpiar”. El dolor y el sufrimiento de ese hombre le llegaron al corazón a Yahoshua . Así que Yahoshua se compadeció de él y lo ayudó. Extendió la mano, lo tocó y le dijo: “Yo quiero. Queda limpio”. ¡Y aquel enfermo se curó! (Marcos 1:40-42).

Yahoshua siempre fue leal a su Padre a pesar de todo lo que le pasó y de todo lo que le hicieron sus enemigos. Por ejemplo, cuando el enemigo lo probó, Yahoshua no cedió (Mateo 4:1-11). Además, algunos de sus familiares no creían que fuera el Mesías y decían que se había vuelto loco. Aun así, Yahoshua siguió obedeciendo al Todopoderoso (Marcos 3:21). Incluso cuando sus enemigos lo trataron con crueldad, él siguió siendo leal al Todopoderoso y nunca se vengó de ellos (1 Pedro 2:21-23).

Yahoshua se mantuvo leal al Todopoderoso aunque se enfrentó a una muerte cruel y dolorosa (lea Filipenses 2:8). Piense en todo lo que aguantó el día de su muerte: lo arrestaron, unos falsos testigos lo acusaron de ofender al Todopoderoso , unos jueces corruptos lo condenaron, la gente se burló de él, y unos soldados lo torturaron y lo clavaron en un madero. Cuando Yahoshua estaba a punto de morir, dijo: “¡Se ha cumplido!”. A él solo le preocupaba que se cumpliera la voluntad del Todopoderoso (Yohanan 19:30). Tres días después de su muerte, El Todopoderoso lo resucitó y le dio un cuerpo espiritual (1 Pedro 3:18). Unas semanas más tarde, Yahoshua regresó al cielo, “se sentó a la derecha del Todopoderoso ” y esperó a que su Padre lo nombrara Rey (Hebreos 10:12, 13).

Con mucho gusto, amigo Gonzalo. Para servirle.

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